Plásticos Raúl

Ciudad de México

Los inicios

Este es un producto derivado del petróleo, por lo tanto, es un producto no renovable, pero es un producto reciclable que además dura muchos años. Y mientras haya gente que vaya al mercado y a comprar sus alimentos, siempre estarán presentes nuestras bolsas.

Iniciamos el negocio hace cincuenta años. Anteriormente se usaban bolsas de yute en México e incluso canastas de mimbre. Las bolsas que yo vendo vinieron a sustituir este producto.

Yo me inicié en una fábrica, donde se fabricaba la tela, era yo obrero. Luego me vine a la merced, ¿te imaginas hace cincuenta años? ¿Cuando era antes la central de abastos de México?, por supuesto antes de emigrar a lo que es actualmente ahorita la central de abastos. Pero aquí la zona de la Merced es el barrio más viejo de la Ciudad de México. Aquí era un mundo de gente trabajando las veinticuatro horas, este barrio nunca descansaba, nunca dormía, siempre había gente cargando o descargando productos para la venta.

Todo esto se inició cuando nosotros hicimos un pedido para un candidato para la presidencia. El licenciado Luis Donaldo Colosio. Nos hicieron un encargo de 800,000 bolsas con dos años de anticipación para la confección. Lamentablemente, pues lo mataron y nos sobró bastante tela, y nos dimos a la tarea de imprimir a la virgen de Guadalupe y luego un ícono muy importante también para México, a Frida Kahlo, que es un personaje mundialmente conocido. Y bueno, de ahí surgieron otras imágenes muy importantes como “La catrina” de Guadalupe Posada, imágenes y cuadros de Diego Rivera, la muñequita Lelé, los bordados tenangos, en fin, hemos querido darles un toque diferente a nuestros bolsos. Ahora son bolsos que se ocupan para diario, para lucirlos. Nosotros somos los únicos que hacemos de esta forma este producto.

¿Cómo es la producción y el crecimiento del taller hoy en día?

Ahorita tenemos 35 personas trabajando con nosotros, hacemos una confección de 37,000 o  36,000 bolsas semanales. La mayoría de los productos, sobre todo los que tienen imágenes se venden en Europa: en Italia, en Australia, en Suiza y por supuesto con ustedes. Y muchas gracias por llevar mi producto a España. Hemos querido darle un toque diferente a nuestro producto, llevando un poco de las raíces y la cultura de México, plasmado así en mis bolsas.

Es un negocio familiar, me ayuda mi hijo, mi mujer. Y es un negocio que dará para rato, ya somos tres generaciones, estoy yo, Raúl Fernández, mi hijo Raúl Fernández y mi nieto Raúl Fernández, entonces… pues sí que tiene para rato.

A nosotros la pandemia nos afectó, pero no mucho. No como a otros negocios que sí les pegó duro. Nosotros siempre estamos ocupados, ahora estamos haciendo una producción para un festival de Frida Kahlo. Nosotros siempre estamos ocupados. El lugar más lejos donde van mis bolsos es en Japón y en Australia.

¿Qué mensaje te gustaría darles a nuestros clientes de “La revuelta”?

Ahorita en México con el nuevo gobierno que tenemos va a haber un cambio total, creo yo, que va a ser bueno, hay mucha esperanza de que todo esto cambie y pues si yo me muriera y volviera a nacer, sería mexicano, me llamaría Raúl y haría bolsas.

Nosotros hace unos años empezamos en un zaguán en la calle de Roldán, a unos 50 metro de donde está la tienda. Ahí empezó como siempre, con muchas ilusiones, con muchos sueños. Teníamos unos sueños enormes, pero los sueños se hicieron realidad a base de trabajo, de esfuerzo, de perseverancia. Logramos nuestro objetivo y creo que cuando yo veo mis bolsas, yo no las veo en boca de todos, las veo en manos de todos, y eso para mí, pues es una satisfacción muy grande.

Una anécdota que quisiera contarles, por ejemplo: Yo tengo una hija que terminó su carrera de gastronomía y se fue de premio a Europa, se le pagó un viaje. Bueno, le pagué un viaje a mi hija y fue con una amiga y andaban allá en los campos Elíseos y le dijo mi hija a su amiga: “ Mira, esas bolsas son  las que hace mi papá” y la amiga le dice: “¿ Cómo?” y mi hija “ Si, mira, en esa bolsa que está ahí dice Estela y Mayra” Y ya se arrimó su amiga y le dice “Oye sí”. Estela era mi madre y Mayra era mi hija, y pues justo esas bolsas estaban en los campos Elíseos y ella no se lo creía.

Y qué mejor ahora que tenemos un mercado con ustedes en “La revuelta” ahí en Barcelona. Y yo les agradezco por darnos trabajo, por difundir la cultura de México ahí en España. Y Mando un saludo afectuoso a nuestros hermanos españoles.

 Gracias por consumir nuestros productos.

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